Se llama cambio climático a la modificación del clima con respecto al historial climático a una escala global o regional. Tales cambios se producen a muy diversas escalas de tiempo y sobre todos los parámetros climáticos: temperatura, precipitaciones, nubosidad, etcétera. Como se produce constantemente por causas naturales se lo denomina también variabilidad natural del clima. Son debidos tanto a causas naturales (Crowley y North, 1988) como antropogénicas (producto de las actividades humanas)(Oreskes, 2004).[tomado de: http://es.wikipedia.org/wiki/Calentamiento_global]
El término suele usarse, de forma poco apropiada, para hacer referencia tan sólo a los cambios climáticos que suceden en el presente, utilizándolo como sinónimo de calentamiento global. La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático usa el término cambio climático sólo para referirse al cambio por causas humanas:
Por "cambio climático" se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables
Artículo 1, párrafo 2
Para referirnos al cambio de origen humano se usa la expresión cambio climático antropogénico, en otras palabras originado por las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivadas de las actividades humanas a partir de la revolución industrial.
Además del calentamiento global, el cambio climático implica cambios en otras variables como las lluvias globales y sus patrones, la cobertura de nubes y todos los demás elementos del sistema atmosférico. La complejidad del problema y sus múltiples interacciones hacen que la única manera de evaluar estos cambios sea mediante el uso de modelos computacionales que simulan la física de la atmósfera y de los océanos.
La teoría antropogénica predice que el calentamiento global continuará si lo hacen las emisiones de GEI (gases de efecto invernadero). El cuerpo de la ONU encargado del análisis de los datos científicos es el IPCC (Inter-Governmental Panel on Climate Change: Panel Intergubernamental del Cambio Climático). El IPCC indica que «La mayoría de los aumentos observados en las temperaturas medias del globo desde la mitad del siglo XX son muy probablemente debidos al aumento observado en las concentraciones de GEI antropogénicas».
El Protocolo de Kyoto, acuerdo promovido por el IPCC, promueve una reducción de emisiones contaminantes (principalmente CO2). El protocolo ha sido tachado en ciertas ocasiones de injusto, ya que el incremento de las emisiones tradicionalmente está asociado al desarrollo económico, con lo que las naciones a las que más afectaría el cumplimiento de este protocolo podrían ser aquellas zonas menos desarrolladas. No obstante, en el citado protocolo las naciones en desarrollo (incluidas China o la India) están exentas de contener sus emisiones de GEI. La comunidad científica mantiene un consenso extraordinariamente amplio, más allá del IPCC, en torno a la aceptación del origen antropogénico del calentamiento global. Sin embargo, existe un intenso debate político y en los medios de comunicación sobre si realmente hay evidencia científica del mismo. Este debate también es alentado por aquellas empresas cuyos beneficios podrían mermar a consecuencia del control de emisiones de CO2 (Oreskes, 2004).
EL EFECTO INVERNADERO
La atmósfera superior de la tierra contiene una capa de vapor de agua y otros gases que atrapan parte de la energía solar y la reflejan de nuevo en la tierra. Sin esta capa aislante, la tierra sería un lugar frío e inhabitable. El vapor de agua, que se genera con la evaporación de los suelos y el agua de la tierra, compone el 97 por ciento del aislamiento de la tierra. El otro 3 por ciento de la capa de calentamiento está compuesto por lo que se conoce como los gases invernadero (GHG), principalmente el dióxido de carbono (CO2). De este 3 por ciento, la emisiónes de dióxido de carbono y de otros gases invernadero producidos por el hombre, suman alrededor del 5 por ciento del total.
La existencia de dióxido de carbono es esencial para la vida, porque constituye "la fuente de carbono" para los vegetales, que, con la energía del sol y el agua lo transforman en materia orgánica. Si no hubiese dióxido de carbono en la atmósfera, la temperatura media global sería de -10ºC. Gracias a que hay dióxido de carbono en la atmósfera, la temperatura media del planeta es de 19ºC.
El CO2 juega un importante papel en el efecto invernadero: si la temperatura es alta, se favorece su intercambio con los océanos para formar carbonatos. Entonces el efecto invernadero decae y la temperatura también. Si la temperatura es baja, el CO2 se acumula porque no se favorece su extracción con lo que aumenta la temperatura. Así pues el CO2 desempeña también un papel regulador.
El efecto invernadero es un fenómeno natural, pero la alusión frecuente a él en relación con el calentamiento global hace creer a algunos que es en sí indeseable, y una consecuencia reciente de la contaminación atmosférica. Hay que aclarar que el calentamiento no es atribuido a la simple existencia, sino al aumento del efecto invernadero por encima de sus valores anteriores.
En resumidas cuenta el efecto invernadero es un fenómeno natural de nuestro planeta, el problema radica en que la concentración atmosférica del CO2 ha sufrido un considerable aumento en el siglo XX, especialmente en sus últimas décadas, debido a las actividades humanas, la cantidad de CO2 liberada a la atmósfera ha estado aumentando enormemente durante los últimos 150 años. Como resultado, ha excedido la cantidad absorbida por la biomasa, los océanos y otros sumideros.
Ha habido un aumento de la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera de alrededor de 280 ppm en 1850 a 364 ppm en 1998, principalmente debido a las actividades humanas durante y después de la revolución industrial, que empezó en 1850.
Los humanos han estado incrementando la cantidad de dióxido de carbono en el aire quemando combustibles fósiles, produciendo cemento y clareando terreno y quemando bosques. Alrededor del 22% de la actual concentración de CO2 en la atmósfera existe debido a estas actividades humanas.
Desde el inicio de la revolución industrial en 1850, los procesos humanos han estado provocando emisiones de gases invernadero, tales como CFCs y dióxido de carbono. Esto ha causado un problema ambiental: la cantidad de gases invernadero ha aumentado tanto, que el clima terrestre está cambiando porque las temperaturas están aumentando. Esta adición anti-natural al efecto invernadero es conocida como calentamiento global. Se sospecha que el calentamiento global puede provocar un aumento de la actividad de las tormentas, derretimiento de las placas de hielo de los polos, lo que provocará inundaciones en los continentes habitados, y otros problemas ambientales. [Párrafo tomado de http://www.lenntech.es/dioxido-de-carbono.htm#ixzz0ZbWM4PTu]
Durante las últimas décadas las mediciones en las diferentes estaciones meteorológicas indican que el planeta se ha ido calentando. Los últimos 10 años han sido los más calurosos desde que se llevan registros, y algunos científicos predicen que en el futuro serán aún más calientes. La mayoría de los expertos están de acuerdo que los humanos ejercen un impacto directo sobre este proceso, generalmente conocido como el efecto invernadero. A medida que el planeta se calienta, disminuye globalmente el hielo en las montañas y las regiones polares, por ejemplo lo hace el de la banquisa ártica o el casquete glaciar de Groenlandia, aunque el hielo antártico, según predicen los modelos, aumenta ligeramente.
Dado que la nieve tiene un elevado albedo devuelve al espacio la mayor parte de radiación que incide sobre ella. La disminución de dichos casquetes también afectará, pues, al albedo terrestre, lo que hará que la Tierra se caliente aún más. El calentamiento global también ocasionará que se evapore más agua de los océanos. El vapor de agua actúa como el mejor "gas invernadero", al menos en el muy corto plazo. Así pues, habrá un mayor calentamiento. Esto produce lo que se llama efecto amplificador. De la misma forma, un aumento de la nubosidad debido a una mayor evaporación contribuirá a un aumento del albedo. La fusión de los hielos puede cortar también las corrientes marinas del atlántico norte provocando una bajada local de las temperaturas medias en esa región. El problema es de difícil predicción ya que, como se ve, hay retroalimentaciones positivas y negativas.
Impactos del cambio climático
Estudios realizados sobre este tema reflejan las afectaciones provocadas sobre los bosques, zonas de cultivo, cuencas hidrológicas, zonas urbanas y costeras.
Desaparición de bosques
Los bosques de coníferas y encinos se verían afectados negativamente, debido a una reducción de los climas templados y semicálidos donde se distribuyen básicamente los bosques de coníferas y encinos; pues se volvería más extremo.
Los bosques tropicales lluviosos se verían favorecidos como consecuencia de un aumento de las regiones de clima cálido, en caso de un incremento en la temperatura de 2 grados celcius y un descenso de 10% en la precipitación.
Pérdida de cosechas
Las alteraciones que provoca el cambio del clima sobre la flora son graves en relación con la producción de alimentos, principalmente cuando la agricultura es de temporal.
Crisis de agua
Las alteraciones en los esquemas de precipitación son uno de los fenómenos más visibles y dramáticos del cambio climático. Una reducción del volumen de agua en cuencas demasiado explotadas puede convertirse en una catástrofe, principalmente en áreas densamente pobladas, provocando una alta vulnerabilidad en la población a consecuencia del efecto combinado del aumento de la temperatura, la reducción de la precipitación y/o el incremento de la evaporación.
Invasión del mar
El aumento del nivel del mar debido al calentamiento global impactaría las zonas más vulnerables como las lagunas costeras, los pantanos y otras áreas importantes entre las que se encuentran los pastizales y tierras agrícolas, los cuales se contaminan con la intrusión salina y son remplazados por ambientes costeros.
La elevación del mar por el cambio climático no sólo alteraría radicalmente sistemas de gran productividad biológica como las lagunas costeras, sino que también provocaría un impacto irreversible sobre la rica biodiversidad de zonas de pantanos.
Efectos en ciudades
Como la mayor parte de la población mundial se concentra en las ciudades, las consecuencias del cambio climático en la vida urbana pudieran provocar:
Desabasto de agua por la reducción de las precipitaciones y por la disminución en la recarga de los mantos acuíferos.
Inundaciones ocasionadas por precipitaciones extremas.
Afectación de la calidad del aire debido al aumento de las concentraciones de ozono en la atmósfera de las ciudades, provocando daños sobre la salud de la población y la destrucción de los bosques cercanos.